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Por fin te decidiste. No fue fácil, pero estas listo para jalar el gatillo y firmar el cheque para hacerte de tu moto nueva. Has hecho una investigación exhaustiva. Al principio querías una Harley, y luego te topaste con una custom que te enamoro, unas semanas después tu cuate se compro una chopper, y se ha hecho a la tarea de convencerte que podrías ser el próximo Peter Fonda. En tu diaria peregrinación a las minas de sal ves una de esas nuevas Bobber de llanta ancha. Y se convirtió en tu nuevo amor. No importa cuan apasionado te sientas cuando veas por primera vez la moto de tus sueños, tomate el tiempo de hacer una prueba de manejo antes de comprarla.
Una decisión debe ser tomada, pero debes tomarte las cosas con calma, analizar tus opciones y hacer una cuantas pruebas de manejo antes de decidir. No hay nada peor que estar casado con una maquina en la que no te sientes cómodo.
Para llegar al punto en donde estas listo para rodar, posterior, claro esta, a haber hecho una investigación profunda y un análisis de la marca y modelo que deseas adquirir. Primero pide permiso para montarte en la maquina, ¿Cómo se siente, esta balanceada, la logras levantar con facilidad, los pedales se sienten cómodos, los mandos se sienten suaves? Todo este tiempo que te has tomado para inspeccionar la moto antes de preguntar si la puedes sacar a dar una vuelta, asegurara al vendedor de tu verdadera intención de adquirir la moto.
A estas alturas probablemente quieras pedirle al vendedor que la saque y la prenda. ¿Cómo suena el motor, encendió fácilmente, los escapes son demasiado o no suficientemente ruidosos para tus vecinos, tiene algunos aditamentos que quieras cambiar o agregar, y que costo tienen?
Y lo mas importante, ¿Tienes para pagarla? Si no te alcanza para comprarla, no pidas manejarla.